sábado, 15 de octubre de 2011

Nota: El orden, muy importante

El orden, como valor, consiste en organizar nuestra existencia con coherencia y para su mejor provecho.
Este es quizás el primer valor que aprendemos en la vida, y es fundamental inculcarlo, porque a lo largo de nuestra existencia nos ayuda a darle a cada cosa su lugar, y a nosotros mismos a encontrar el nuestro.
El orden es el principio de la disciplina, y nos hace más productivos. Nos ayuda a poner límites para que las cosas no se salgan de su cauce. Nos enseña a darle a cada cosa su peso, a cada actividad su jerarquía. Nos muestra qué es urgente y qué no lo es.
Tener un orden no significa que, por alguna circunstancia, éste no pueda ser modificado sobre en el camino; pero ya el haberlo diseñado nos provee de una ruta a seguir, un plano. Además de que el ser rutinarios anula la creatividad.
Cuando crecemos con orden, podemos ver más claramente nuestras metas, y de hecho, si no somos ordenados es probable que ni siquiera tengamos definida alguna.
Nuestra forma de conducirnos muestra cómo somos internamente. Alguien que tiene hecho un desastre su escritorio o su habitación, refleja parte de su desorden interior. Y así como es importante estar poniendo constantemente en orden nuestras pertenencias, también es necesario estar poniendo en orden nuestros pensamientos, nuestros sentimientos.
La velocidad a la que vivimos actualmente y la cantidad de actividades que tenemos qué realizar es tanta, que el tiempo (al igual que muchos otros recursos) rinde menos; por lo tanto, tener orden se vuelve prioritario. Nos vuelve más productivos, y determina en qué ocupamos nuestro tiempo, cómo lo distribuimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario